domingo

La elasticidad del tiempo

Hace un tiempo se me ha dado por reflexionar sobre este tema. Sabemos desde la época de Einstein que el tiempo no es exactamente lineal, pero no es a eso a lo que me refiero, si no a la forma en que a veces percibo el tiempo mismo.
Hay días que fluyen muy lentos, donde el tiempo es casi viscoso y no parece suceder demasiado. 
Otos días, en cambio, el tiempo se me escurre como agua entre los dedos. Días en los que sólo cabe funcionar, y casi no hay tiempo de pensar.
Estos me hacen sentir mal, ya que después de una corridilla de días así, pues no me queda más energía y me encuentro de repente desanimada, cansada, angustiada.
Me propongo no permitir que estos días me sobresalten. Cada uno debería tener cierto control sobre su vida. Si no la controlamos nosotros, siempre hay alguien más bien dispuesto a hacerlo, no creo que me guste mucho.
¿Será suficiente con apartar diez minutos de cada día a frenar y meditar un poco? ¿Tal vez sólo cinco?

4 comentarios:

  1. Pues apuntada para un poco de reflexión en una época tan alocada.

    ResponderBorrar
  2. Hoy fue un día de tiempo viscoso...no me gustan.

    ResponderBorrar
  3. Hmmm. A veces pasa, qué feos son, estoy de acuerdo. Para mí, ayer fue un día de tiempo vertiginoso, y no estuvo bueno tampoco.

    ResponderBorrar